En una época en la que como consumidores le damos mucha importancia a lo que piensan, dicen y hacen las marcas para decidir si empatizamos con ellas es muy importante recordar que sus mejores embajadores son las personas que forman parte de estas organizaciones y que su integridad va “desde dentro hacia fuera”.
Diferenciemos marca de “líder” porque cuando lo que piensa, dice y hace el segundo no tiene nada que ver con la realidad, la empresa entra en una dualidad en la que todo lo íntegro que se ha transmitido hacia fuera de la marca, pierde su connotación si dentro el o ella no dialoga o no involucra a las personas con las que trabaja.
Muchas veces la comunicación interna puede parecer un complemento más de la estrategia empresarial de una empresa pero sin ella y sin “integridad” su eficacia se ve comprometida y su credibilidad puede quedar en entredicho, es decir si no existe un diálogo abierto y transparente desde dentro ¿cómo se puede pretender tenerlo hacia fuera?.
Gestionar el puzle de mensajes, canales, flujos de información y skateholders no es tarea fácil si los líderes de las compañías no promueven un diálogo abierto y transparente desde dentro.
La transparencia y la apertura a la participación con un marcado carácter ético se convierte en el mejor impulsor del diálogo dentro de una empresa. Un buen líder se preocupa por las personas que forman parte de ella más allá de transmitirle unos mensajes que a priori pretende contentarles pero esto no va de seres de primera o segunda, esto va de personas todas ellas capaces de trabajar juntas la excelencia.
Por eso, por mucho que una organización se esmere en ser creíble hacia el exterior si este “líder” olvida que debe serlo en primer lugar con su equipo todo lo trabajado anteriormente cede a la tentación de las medias verdades y flaco favor le hace a su mensaje externo.
En un tiempo como el actual donde la incertidumbre domina la jornada laboral de las personas es vital entender que la verdadera transparencia consiste en que estas entiendan, sepan y conozcan la realidad del lugar donde trabajan pero sólo un buen líder sabe que preocupándose por quienes le rodean encontrará la excelencia necesaria para que lo comunicado externamente sea eficaz.
En conclusión, lo que espera cualquier persona dentro y fuera de cualquier organización es consciencia, transparencia e integridad. Así que si eres tu el líder de la empresa, por favor, informa, pregunta, dialoga con tu equipo y no les mientas. Recuerda que son un activo igual que tu, te lo agradecerán, los mejores embajadores de marca estarán más felices y además obtendrás excelencia.
Mireia Regàs
Freelance Comunicación Corporativa y RRPP especializada en entornos creativos y marcas con alma.
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