El desafío de la “normalidad”

En un año en el que nos hemos visto condicionados por la obligación de ser pragmáticos y prudentes es cierto y necesario adaptarse a las nuevas “reglas del juego” esto es obvio.

Las noticias esperan ser contadas, que no pierdan detalle de lo que sucede y de saber lo que le importa a la gente porque no nos engañemos, esto es válido tanto desde el punto de vista periodístico como para la comunicación de las marcas o de las administraciones.

El impacto de la pandemia, el terremoto de los ERTES, la ineficacia del SEPE, las contradicciones sobre los espacios seguros también nos han obligado a reflexionar, no sólo en las lecciones que hemos podido aprender a nivel personal sino también profesional. 

Como consultura independiente de comunicación y relaciones públicas habituada a comunicar mensajes externos e internos tanto en agencia de publicidad como de eventos y a leer muchos medios de comunicación y blogs soy muy consciente de que las marcas y las personas deben encontrarse pero lamentablemente algunas no parecen muy interesadas en encontrar esa unión.

Llevo desde ese fatídico 14 de marzo pensando en los mensajes que me ofrecen medios, marcas o incluso organizaciones como lectora, consumidora o ciudadana y dándome cuenta del gran error que sería volver a 2008 en una era en la que lectores, consumidores, en definitiva, personas, estamos hartos de fake news por parte de algunos medios y de mensajes sin “valor” por parte de algunas marcas. 

¿No va siendo hora de forzar planes de recuperación y comunicar honestidad?, una mentira y ocultar la verdad aunque esta sea buena es lo mismo. El reportaje “Manipulats” que emitió TV3 el pasado martes que trata en profundidad la manipulación informativa me ha hecho pensar en que afortunadamente no todo es mentira ni en el ámbito periodístico, ni en el del marketing y la publicidad en el que estoy inmersa y tanto respeto. Siguen existiendo muchas marcas y organizaciones que no comunican su propósito, su valor o su hecho diferencial tan necesario cuando en algunos momentos nos sentimos huérfanos de ser escuchados y exentos de motivación, empatía y humanidad.

Dicen que el mundo es de quien se adapta, inventa, crea o se diferencia, así que servidora sigue insistiendo en ofrecer un valor añadido más allá de la propia estrategia de comunicación, reputación o relaciones públicas porque creo firmemente en la importancia de los mensajes, que estos deben ser honestos y generar confianza porque es lo que como personas nos da tranquilidad, al igual que también creo, valoro, admiro y apuesto por la colaboración de diferentes perfiles capaces de entender que una forma de comunicación más creativa, innovadora y humana es posible.

Muchas gracias por leerme en especial si crees que de esta saldremos reforzados y la incertidumbre no te da miedo.

Mireia Regàs

Freelance Comunicación Corporativa y RRPP especializada en entornos creativos y marcas con alma.