#CulturaSegura (y necesaria)


Mientras estuvimos encerradas y encerrados en casa, la cultura fue algo más que ocio, fue una necesidad paliada por el altruismo de algunas y algunos que compartieron desde música, a representaciones teatrales o monólogos. Ya desde entonces fue un clamor en el que se puso en valor que la cultura es libertad, proximidad, emoción o crítica pero a la vez, visualizó la situación de un sector ya de por sí maltratado.


Durante los largos días de confinamiento hablé con diferentes artistas ya que quería saber si esa situación había modificado su forma de trabajar y componer para redactar un artículo para “La Independent”.

 

Hoy pensando en el hashtag #CulturaSegura surgido hace unas semanas en las que se ha demostrado que ninguno de los nuevos rebrotes de Covid-19 se ha producido en entornos culturales he recordado a Anna, Iris, David, Joaquín, Edu y Enric, seis de los músicos que contacté en Abril los cuales me afirmaron que ciertamente el confinamiento les influenció ya que escapar de la realidad que estábamos viviendo era difícil de aislar y les llevó a crear nuevas canciones que tengo muchas ganas de escuchar en directo pero desgraciadamente las nuevas directrices no me lo permiten. Aún no he podido volver a hablar con ellos y ellas pero lo haré y estoy convencida que al igual que yo misma consideran que “necesitamos la cultura y la cultura nos necesita”.

 

Afortunadamente no todo se ha cerrado y como regalo de consolación tenemos o hemos tenido alguna opción, como un Cruïlla XXS, el GREC, el Sala Barcelona o las Nits del Fòrum del Primavera Sound con diferentes propuestas culturales en entornos y protocolos más que seguros que en algunos casos han vuelto a postponer debido a los rebrotes de los últimos días pero mi duda es ¿si está más que demostrado que estas propuestas culturales son seguras por qué no están abiertas otras opciones y no tenemos la libertad de disfrutarlas?.

 

La cultura no es un capricho, es vital y es oxígeno y se la está ignorando. Necesita un plan de rescate al igual que el ocio (nocturno o no). Los botellones y fiestas ilegales (afortunadamente desde hoy prohibidas) que han permanecido impunes todas estas semanas desde que recuperamos cierta "libertad" ni son ocio nocturno ni son cultura y probablemente tengan la culpa de muchos de estos rebrotes, insisto, ninguno en el cine, en el teatro, en los conciertos.

 

Cuanto antes nos demos cuenta de que salvar a la cultura es salvarnos a nosotros mismos antes empatizaremos de nuevo con los artistas si no lo estamos haciendo ya, o como decía al principio, de alguna forma, empatizaremos con nosotros mismos ya que verlos encima de un escenario disfrutando de lo que les gusta, transmitiendo sus emociones a través de su voz, las cuerdas de su guitarra o su set de DJ, es sentir que estamos más vivos que nunca, ell@s y nosotr@s porque sí, la Cultura es segura, apagarla es un contrasentido y flaco favor le estamos dando cuando nos dio luz de forma altruista mientras estábamos encerradas y encerrados en casa intentando sobrellevar una situación que nunca pensamos que viviríamos,  así que, #CulturaSegura (y necesaria) ¡que menos que apoyarla!.




Mireia Regàs

Freelance Comunicación Corporativa y RRPP especializada en entornos creativos y marcas con alma.


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